diciembre 2014


una crítica en SINESTESIA WEB

Por María Pía Borja

Siempre la obra de arte concluye en quien la recibe. Los sujetos productores la conciben con un significado pero según la visión de las y los espectadores varían las interpretaciones. Se dice que hay tantas lecturas como personas que contemplan el hecho artístico y cuanto mayor es el nivel de abstracción, más interpretaciones existirán.

“Yesterdei, cosas que se pierden a la siesta”, dirigida por Gustavo Lioy, muestra a dos mujeres que están atrapadas en un lugar desconocido donde hay muñecos de la infancia, barbies, un diario íntimo y un par de borceguíes, entre otras cosas. No saben dónde están y tampoco están del todo seguras de quienes son. Intentan escapar a través de instrucciones que reciben en casetes que escuchan en un radiograbador viejo.

Pienso que “Yesterdei” es uno de esos hechos artísticos que ofrecen tantas interpretaciones como personas que la vieron, y me atrevo a decir que aún más. No es en este caso por el nivel de abstracción de la obra si no por cómo evoca sensaciones que tienen que ver con la propia subjetividad, la propia historia y la propia infancia.

La obra está ambientada en la última dictadura cívico-militar. El momento histórico político en el que está contextualizada no sólo se refleja en la propuesta estética sino también en los diálogos de los dos personajes.  “Yesterdei” nos hace pensar sobre el golpe de estado del ‘76 pero no a través de golpes bajos si no despertando imágenes en quien especta.

Los textos, de Florencia Bergallo, Luciano Delprat y Victoria Roland, comunican a través de diversos recursos poéticos y hacen que la obra en sí misma sea una metáfora pero la interpretación de Ely Navarro e Inés Hidalgo acompaña muy bien.

Las actrices se desenvuelven  de manera natural y fluida, para nada forzada. La actuación es  realista y verosímil, lo que nos permite la identificación.
El juego es una constante en toda la obra para contar la historia de estas dos mujeres que oscilan entre su presente y su pasado, envueltas en nostalgia.

Los relatos son acompañados por guiños de humor y de ironía con los que los personajes se ganan la complicidad del público.

Al final de la obra pueden quedar algunos cabos sin atar, cuestiones sin resolver o dudas. Pero me atrevo -una vez más- a interpretar que esto no es casual. La obra aborda la memoria y la nostalgia, los recuerdos, el pasado, la opresión y la desaparición. Todos esos universos temáticos carecen de certezas. “Yesterdei” comunica a través de las sensaciones y esa impresión de que no todo está resuelto es un elemento más que le da un cierre al cúmulo de imágenes que se evocan durante toda la obra.

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Por María Pía Borja

Siempre la obra de arte concluye en quien la recibe. Los sujetos productores la conciben con un significado pero según la visión de las y los espectadores varían las interpretaciones. Se dice que hay tantas lecturas como personas que contemplan el hecho artístico y cuanto mayor es el nivel de abstracción, más interpretaciones existirán.

“Yesterdei, cosas que se pierden a la siesta”, dirigida por Gustavo Lioy, muestra a dos mujeres que están atrapadas en un lugar desconocido donde hay muñecos de la infancia, barbies, un diario íntimo y un par de borceguíes, entre otras cosas. No saben dónde están y tampoco están del todo seguras de quienes son. Intentan escapar a través de instrucciones que reciben en casetes que escuchan en un radiograbador viejo. - See more at: http://sinestesiaweb.blogspot.com.ar/search?updated-max=2014-07-17T10:05:00-07:00&max-results=7#sthash.Y0zBlPzg.dpuf
uctores la conciben con un significado pero según la visión de las y los espectadores varían las interpretaciones. Se dice que hay tantas lecturas como personas que contemplan el hecho artístico y cuanto mayor es el nivel de abstracción, más interpretaciones existirán.

“Yesterdei, cosas que se pierden a la siesta”, dirigida por Gustavo Lioy, muestra a dos mujeres que están atrapadas en un lugar desconocido donde hay muñecos de la infancia, barbies, un diario íntimo y un par de borceguíes, entre otras cosas. No saben dónde están y tampoco están del todo seguras de quienes son. Intentan escapar a través de instrucciones que reciben en casetes que escuchan en un radiograbador viejo
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Yesterdei, cosas que se pierden a la siesta

Por María Pía Borja

Siempre la obra de arte concluye en quien la recibe. Los sujetos productores la conciben con un significado pero según la visión de las y los espectadores varían las interpretaciones. Se dice que hay tantas lecturas como personas que contemplan el hecho artístico y cuanto mayor es el nivel de abstracción, más interpretaciones existirán.

“Yesterdei, cosas que se pierden a la siesta”, dirigida por Gustavo Lioy, muestra a dos mujeres que están atrapadas en un lugar desconocido donde hay muñecos de la infancia, barbies, un diario íntimo y un par de borceguíes, entre otras cosas. No saben dónde están y tampoco están del todo seguras de quienes son. Intentan escapar a través de instrucciones que reciben en casetes que escuchan en un radiograbador viejo
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Yesterdei, cosas que se pierden a la siesta

Por María Pía Borja

Siempre la obra de arte concluye en quien la recibe. Los sujetos productores la conciben con un significado pero según la visión de las y los espectadores varían las interpretaciones. Se dice que hay tantas lecturas como personas que contemplan el hecho artístico y cuanto mayor es el nivel de abstracción, más interpretaciones existirán.

“Yesterdei, cosas que se pierden a la siesta”, dirigida por Gustavo Lioy, muestra a dos mujeres que están atrapadas en un lugar desconocido donde hay muñecos de la infancia, barbies, un diario íntimo y un par de borceguíes, entre otras cosas. No saben dónde están y tampoco están del todo seguras de quienes son. Intentan escapar a través de instrucciones que reciben en casetes que escuchan en un radiograbador viejo
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una crítica en IRNOS DE BOCA

Una mirada sobre lo trágico en "Yesterdei" por Alfonso Gabardina
August 31, 2014


    Llegué por calle Irigoyen con mi barba rociada por la llovizna, y con mi expectativa desbordaba por ver la última función de Yesterdei, cosas que pasan a la hora de la siesta. Una obra escrita por Florencia Bergallo, Victoria Roland y Luciano Delpatro, dramaturgo incipiente del teatro alternativo cordobés. La Conrado Centro Cultural me recibiría con curiosidad.
     Al cruzar la puerta vidriada de la entrada, encontré una antesala con espectadores de diversas generaciones, dato mayúsculo si pensamos que el tratamiento de la memoria colectiva era uno de los principales protagonistas. Sentada frente a mí pude distinguir el relieve de Noemí Labrune, quien en 1976 fundó junto al obispo Jaime De Nevares la filial Neuquén de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Una luchadora incontenible, referente en los juicios contra los militares. No es accidental su presencia. La función teatral tiene mucho que ver con su trayectoria de batallas.

       Los desaparecidos y lo poético 

      La presentadora nos hace ingresar a la sala, y nos esperan las figuras dormidas de dos cuerpos que despiertan en una atmósfera desconocida, mejor dicho un no-lugar. Creen estar en un agujero o un pozo, y no tienen certezas si saldrán vivas. La metáfora es perceptible. La experiencia del dolor que produjo la última Dictadura Militar se nos aparece en escena pero sin señalarla. El calvario traducido poéticamente. El encierro se nos vuelve carne por medio de los personajes de Cristina y Amparo, magistralmente interpretadas por Inés Hidalgo y Ely Navarro, que nos hacen conmover con sus actuaciones.
     Desde los primeros minutos, el éxito de esta representación es que nos hace sentir el sufrimiento y la angustia de los que desaparecen, de los que pierden su pasado y su futuro. Una y otra vez la tensión estalla con las preguntas ¿Dónde estamos? ¿Cómo salimos?, que nos estremecen. El efecto es contundente en el público, el espanto de la agonía. Aquí me parece que está el pathos de la obra, dirigida en esta versión neuquina por Gustavo Lioy.

        Lo trágico: El sepulcro de personas vivas

     Los personajes se mueven durante el tiempo de la función en un este espacio perdido, que es como un sepulcro. Se me viene a la memoria la figura de Antígona, condenada por el rey Creonte a ser sepultada viva. Éste es el tema dramático que releo en “Yesterdei” en la desdicha de las dos mujeres. ¿Es ésta la representación artística para mostrar el dolor como experiencia colectiva? Pienso a cada momento que se construye un dispositivo eficaz de estimulación de la memoria social de nuestra historia argentina. 
      Y se va más allá, el estereotipo femenino que la última dictadura militar intentó erigir a fuerza de sangre es sólidamente cuestionado. Yesterdei muestra el desamparo y el tormento de los desaparecidos junto a otros tópicos que nos interpelan, una visión de género que irrumpe contra los mitos sociales que se imponen al rol de la mujer; una mirada magníficamente incorporada a través del uso de muñecos/as, que además nos muestran un tratamiento crítico con respecto a la inocencia de la infancia.
       En la obra de Sófocles, la tragedia yace en el centro de la acción como castigo a la mujer que cuestiona la violencia del poder; en la obra neuquina observo la metáfora del escarmiento a la "mujer peligrosa", la condena a la "mujer que cuestiona", a la "mujer revolucionaria", la mujer a la que hay que acallar y quebrantar, a la que hay que hundir en la sumisión. Una escena más directa nos muestra un interrogatorio a través de los muñecos, que emula las torturas militares hacia los prisioneros en los centros clandestinos de detención. La tortura y la violación son personificadas en la acción mediante el juego.

      La violencia y el nunca más.

     La obra es muy nutrida en procedimientos simbólicos para generar mensajes de consternación sobre la situación de los personajes desaparecidos, revelando caras de la Violencia para reflexionar sobre ella. Adquiere gran relieve el dar cuenta de la barbarie pero sin nombrarla. Las ruinas humanas que generan el encierro y la imposibilidad de escape hacia la última etapa de la obra erigen acciones desesperantes por parte de las mujeres atrapadas, donde se pone a prueba la amistad. Una tensión angustiante marca el ritmo de las escenas finales donde esperamos el advenimiento de la Justicia, de la liberación o la muerte, que jamás aparecen.
     Lo poético en el desenvolvimiento de los cuerpos y las palabras resulta atrayente de principio a fin. Con ello además me llevé a casa una sensación de que la Justicia surge finalmente en nosotros, los espectadores que aplaudimos fervorosamente este acontecimiento teatral y que revisamos con ello nuestras prácticas de duelo con respecto a los desaparecidos en Argentina. La Justicia está en que nos hacemos cargo de ese ayer, ese “Yesterdei”, que padecimos en el país, para que no ocurra nunca más. La obra es rica en muchos sentidos, pero esta mirada final es el tesoro que creo haberme llevado. 

http://www.irnosdeboca.com/#!Una-mirada-sobre-lo-tr%C3%A1gico-en-Yesterdei-por-Alfonso-Gabardina/cu6k/CB026FA3-5623-4315-AF5A-32D6EA9E4ECF
 

Diario La Mañana de Neuquen

03-06-201401:30| Espectáculos | 

YESTERDEI. COSAS QUE SE PIERDEN A LA SIESTA, 

ESTRENA EL PRóXIMO SáBADO.   

Tiempo muerto

Una obra cruda, en torno a la memoria, las pérdidas y la sensación de soledad.

Dicen que a la hora de la siesta la soledad invade los corazones. En ese lapso de tiempo, entre las dos y las cuatro de la tarde, los niños juegan lejos de la mirada de los adultos, y los grandes que permanezcan despiertos caerán en un lugar desconocido y quedarán atrapados.

La obra Yesterdei (sic). Cosas que se pierden a la siesta, escrita por Florencia Bergallo, Luciano Delprato, Victoria Roland, con la dirección de Gustavo Lioy y la interpretación de Inés Hidalgo y Ely Navarro, se propone detener el tiempo para atraer recuerdos y apelar a la memoria. Se estrenará el sábado a las 21.30 en La Conrado Cultural (Yrigoyen 138).
Como relató el director, Gustavo Lioy, la historia se basa en “dos mujeres que se despiertan adentro de un pozo, en el que le van arrojando cosas de su infancia y su adolescencia. Tiene mucha metáfora y habla de un montón de temas. Básicamente tiene nostalgia: el primer amor, la amistad”.
Temporalmente, la obra se ubica en la época de la dictadura que sufrió el país en 1976 y, si bien el texto no lo dice directamente, la lectura que hace el elenco es que estas mujeres están secuestradas: “Ellas hablan acerca de gente que desaparece, que cae en un pozo en la arena y nunca más se los ve. Habla de este tema pero de una forma muy poética”, explicó Lioy.
Por su parte, la actriz Inés Hidalgo agregó: “Plantea preservar la memoria a través de los juguetes, de la infancia. Recupera un momento de nuestra historia, lo que pasó con nuestro país durante el ’76 a través de estas mujeres, pero no desde el golpe bajo, si no a partir del juego infantil”.
Volver al ruedo
Los integrantes de la propuesta, son “viejos conocidos”. Las dos actrices y el director formaron parte del grupo Surmenage, trabajaron durante tres años juntos, y desde hace cinco se separaron. Ahora, el tiempo -y Yesterdei- los volvieron a unir. Como relató Lioy: “Nos reencontramos desde un lugar más maduro, porque los tres hemos recorrido un camino diferente, y es una relación más adulta”.
Ely Navarro contó que, desde marzo, el grupo lleva adelante un trabajo muy intenso: “Nos juntamos a trabajar tres veces por semana, tres horas por ensayo, con un ritmo muy acelerado. Fue fuerte, pero eso hizo que hoy tengamos la obra aceitada y podamos empezar a jugar. Cuando el texto está afianzado, encontrás cosas interesantes, y eso es lo más lindo”.
Desafío
La obra plantea hablar de una época en donde la memoria tiene mucho protagonismo; y para las actrices la puesta significó un desafío actoral que celebran:  “Hubo que hacer un trabajo que tuvo que ver con la no actuación, desde un lugar muy profundo. Gustavo me propuso dejar de buscar un personaje y permitir que las emociones de estas minas me invadan”, dijo Ely, e Inés concluyó: “Lo que se transmite es súper rico, además del gran desafío actoral”.

Del seno del teatro alternativo cordobés
La dramaturgia de esta obra pertenece a Florencia Bergallo, Victoria Roland y Luciano Delprato, y nació en el seno de el grupo de teatro independiente cordobés llamado 0.ELLAS (léase: “cero punto ellas”).
Como contó el director local Gustavo Lioy, “la escribieron las actrices y el director, y está basada en la propia biografía. Lo que dicen les pasó a ellos, y lo adaptaron a la obra”.
Es por eso que el desafío estuvo en adaptar aquellos recuerdos a una puesta teatral. “Está muy emparentado con el biodrama. Es una obra que, como está escrita, no tiene grandes detalles de la psicología de los personajes, justamente porque no lo son. Las actrices cuentan su historia y había que hacer reales estos recuerdos que aparecen y son de otros”, dijo Lioy.
El dramaturgo Luciano Delprato, uno de los creadores jóvenes más destacados del teatro alternativo de Córdoba, fue además el director de la primera puesta.

http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2014/6/3/tiempo-muerto_226407?fb_action_ids=10203437791339732&fb_action_types=og.recommends&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582 

 


Afiches



Sinopsis y ficha artística


Dos mujeres caen en un lugar desconocido y quedan atrapadas. En un radiograbador viejo escuchan casetes con instrucciones para escapar. Intentan, sin éxito, seguirlas al pie de la letra. Por un hueco en el techo caen objetos: un hombre, muñecos de la infancia, un diario íntimo, un par de borceguíes y Barbies importadas de Francia. Dos mujeres se van de vacaciones a Mar de Ajó. Con la escalofriante certeza de que tendrían que haber ido a Brasil. Lo demás se pierde en la arena. A la siesta.

YESTERDEI es una obra cruda, en torno a la memoria, las pérdidas y esa extraña sensación de soledad que invade nuestros corazones entre las dos y las cuatro de la tarde.


Autoría:
    Florencia Bergallo, Luciano Delprato, Victoria Roland
Actúan:
    Ines Hidalgo, Ely Navarro
Voz en Off:
    Fernando Barraza, Juan Quintans, Marcelo Barbeito
Vestuario:
    Dory Paez
Asistencia técnica:
    Agustín García
Puesta en escena y Dirección:
    Gustavo Lioy